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| GUILLERMO SALINAS TORRES, CONDENADO POR CRIMEN DEL ECONOMISTA ESPAÑOL CARMELO SORIA |
Arrestan en Chile a Guillermo Salinas por el asesinato del diplomático español Carmelo Soria / Fue secuestrado y recluido en una casa del barrio alto de Santiago, donde fue torturado y asesinado. El recinto secreto de la DINA era un taller para fabricar bombas y gas sarín
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.jpg "Carmelo Soria estaba casado con la médica Laura González Vera, hija del premio nacional de literatura José Santos González Vera, y tenía tres hijos: Laura, Luis y Carmen. / Foto colorearda por nosotros") |
| FOTO FAMILIA SORIA GONZÁLEZ |
A casi 50 años del asesinato del economista y diplomático español, Carmelo Soria Espinoza, el pasado viernes fue arrestado en la norteña ciudad de Arica por la policía de Chile, el ex agente de la represión dictatorial y coautor del crimen ocurrido en julio de 1976. El jubilado coronel del Ejército, Guillermo Salinas Torres, que integró la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), era un prófugo de la justicia, luego de haber sido condenado a quince años de presidio. El represor era parte de una lista de otros quince agentes de la DINA y otros organismos represivos que han conseguido eludir los fallos judiciales y se resisten a cumplir condenas. Pero el coronel Salinas Torres ya está en la cárcel.
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| CARMELO SORIA |
Carmelo Soria nació en Madrid y militó en el Partido comunista español, aun joven se afincó en Chile, donde se casó y tuvo tres hijos. Durante el gobierno socialista de Salvador Allende trabajó en la Editorial Quimantú -que publicó millares de títulos a bajo costo- para luego hacerse cargo del trabajo editorial de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, dependiente de la ONU, que le otorgó protección diplomática. Permaneció en Chile tras el golpe militar del general Augusto Pinochet, en septiembre de 1973, vinculado a las redes de resistencia, apoyando las tareas financieras del Partido Comunista y en gestionar refugio en embajadas a los perseguidos por la represión.
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| LA ESPOSA DE CARMELO SORIA, LAURA GONZÁLEZ, EN 1998. |
Carmelo Soria fue recluido en el sótano de la casa de Townley, en la acomodada comuna de Lo Curro, donde fue sometido a brutales torturas
Tenía 57 años de edad cuando fue secuestrado por la Brigada Mulchén de la DINA y llevado a un cuartel secreto del organismo que funcionaba bajo la fachada de la residencia particular del agente de la DINA Michael Townley, estadounidense que se había vinculado a la extrema derecha de Patria Libertad durante el gobierno de Allende y luego engrosó las filas de la DINA. Casado con la escritora chilena Mariana Callejas, la residencia de ambos funcionaba como taller para la fabricación de bombas y sus dispositivos electrónicos, así como laboratorio para la fabricación y envasado de gas sarín. Townley activó sus propias bombas en septiembre de 1974 en Buenos Aires para asesinar al retirado jefe del Ejército chileno, general Carlos Prats, y a su esposa Sofía Cuthbert. Un artefacto similar fue usado por Townley para matar -en septiembre de 1976- en Washington al ex canciller Orlando Letelier y a su asistente, Ronnie Muffit. En ambos crímenes, las bombas fueron puestas bajo sus vehículos.
Townley vive actualmente en Estados Unidos, acogido a un programa de protección, luego de colaborar con la justicia de EEUU para esclarecer el crimen de Letelier.
Carmelo Soria fue recluido en el sótano de la casa de Townley, en la acomodada comuna de Lo Curro, donde fue sometido a brutales torturas. Antes de ser asesinado le hicieron beber alcohol y escribir una carta para simular un suicidio. El cuerpo de Soria fue subido a un vehículo que fue desbarrancado en la precordillera. La prensa, totalmente controlada por la dictadura manipuló la información para presentar el crimen como un accidente automovilístico.
Un equipo de la Brigada de Derechos Humanos de la Policía de Investigaciones, especializado en la persecución de los delitos y crímenes cometidos durante la dictadura, se trasladó a Arica, donde había sido localizado el ex represor
Desde entonces la familia de Soria inició la difícil misión de esclarecer la verdad sobre el crimen y la identificación y castigo de los culpables. A lo largo de los años se fueron acumulando datos, nombres y fragmentos de informaciones para configurar una causa judicial que, como en muchos otros casos, chocó con los pactos de silencio, la inacción de la justicia y los acuerdos transicionales post dictadura. Al final, los sicarios y criminales de la DINA fueron repitiéndose en distintas causas de asesinatos y desapariciones forzadas. En agosto de 2023, la Corte Suprema emitió su sentencia: Pedro Espinoza Bravo y Raúl Iturriaga Neumann, jefes de la disuelta DINA, fueron condenados 15 años de prisión cada uno, mientras que los agentes Juan Morales Salgado, Guillermo Salinas Torres, René Quihot Palma y Pablo Belmar Labbé recibieron 15 y 10 años de cárcel efectiva. Desde entonces Salinas Torres estaba prófugo.
Un equipo de la Brigada de Derechos Humanos de la Policía de Investigaciones, especializado en la persecución de los delitos y crímenes cometidos durante la dictadura, se trasladó a Arica, donde había sido localizado el ex represor. Llegaron hasta él -según ha trascendido- siguiendo la ruta del dinero que Salinas recibe cada mes por su jubilación, que era retirado por sus cercanos y remitidos al criminal.
Etiquetas : dictadura Chile justicia Memoria
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| CAPTURAN A EXAGENTE DE LA DINA PROFUGO POR ASESINATO DE DIPLOMATICO ESPANOL EN 1976 |
