dimanche 12 octobre 2025

ENTREVISTA A JEANNETTE JARA / THE CLINIC.CL

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FOTO FELIPE FIGUEROA
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The Clinic
Reportajes /Jeannette Jara: “Nuestro programa, incluido el ingreso vital, representa el espíritu socialdemócrata de la mayoría de los partidos de la coalición” / En medio de una semana de roces con el ministro Montes, de declaraciones polémicas de Carolina Tohá, respuestas al Banco Central y cruces por su propuesta de ingreso vital, la candidata comunista reconoce que su programa de su gobierno será representado por la socialdemocracia. Aquí defiende su plan de $750 mil pesos de ingresos, descarta nacionalizaciones y crítica la campaña de José Antonio Kast. “Cuando uno está ligado solo a un partido, o a una secta, o a un grupo de fanáticos, después es bien difícil dar gobernabilidad”, indica.

Por Sebastián Palma y Martín Browne 12 de Octubre de 2025

En la oficina de Jeannette Jara, ubicada en una planta alta de su comando en el barrio París Londres, hay una gran repisa con distintos regalos que ha recibido durante su campaña. Hay imanes y stickers con su fotografía, un cuadro que simula el cartel de una fonda llamada La Come Guaguas —que le regalaron en un programa de televisión—, cuadros hechos en serigrafía con la clásica estética comunista y muñecos con su forma tejidos a mano. También hay fotografías de Salvador Allende y de Víctor Jara, y una gigantografía del Archivo Patrimonial de la Usach en la que se ve a una veinteañera Jeannette Jara cuando era la máxima autoridad estudiantil de la casa de estudios.

PANTALLAZO ADN

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10 de octubre de 2025

Los pocos militantes que a las nueve de la mañana se encuentran allí están en silencio. La mayoría trasnochó viendo su desempeño en el programa “El Candidato”, de Mega. La calma en el piso se rompe con la irrupción de Jara.

AFICHE PROMOCIONAL
DE JEANNETTE JARA

► À penser en dessin : FENÊTRE SUR COUR 

La candidata sale del ascensor enérgica y lleva un balde en la mano. Son cubanitos, una golosina de la marca Fruna. El malvavisco relleno de chocolate funciona como un guiño: un chiste interno sobre su paso por el programa, en particular por el tenso intercambio con Tomás Mosciatti, uno de los momentos que más inquietud generaba en su equipo. Fue él quien le preguntó por las credenciales democráticas de Cuba y la instó a reconocer —o no— si el gobierno de la isla era una dictadura.

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Jara negó que fuera una democracia, pero tampoco asumió que se tratara de una dictadura. Lo hizo así, reconocería en esta entrevista, más por no dar su brazo a torcer frente al estilo confrontacional del periodista.

El balance de su desempeño es positivo. “Te serviste un Mosciatti al pesto”, grita riendo un integrante de su equipo, mientras el resto engulle cubanitos del balde y revisa la prensa, celebrando un titular de La Cuarta: “Lo frenó en seco más de una vez: el comentado encontrón en vivo entre Mosciatti y Jeannette Jara”.

El clima es el de una prueba superada, como quien aprueba un examen difícil. Con esa misma disposición, Jeannette Jara se deja maquillar para esta entrevista. Una asesora colorea sus mejillas y le acomoda el pelo mientras la candidata analiza una semana que estuvo marcada por la presentación de su programa extendido, pero también por varias contingencias. 

El choque con el periodista de Mega no fue el único. Jara tuvo que sortear un conflicto con Carlos Montes luego de que el secretario de Estado afirmara que “la mano derecha” del dueño del terreno de la toma de San Antonio participa en el equipo de la candidata, y que además habría funcionarios de su repartición trabajando —fuera del horario laboral— con ella. 

La ofensiva de Montes se dio luego de que Jara criticara su gestión en la reconstrucción por los incendios que afectaron a la quinta región. “La reconstrucción de Viña a mí me parece impresentable. En términos de evaluación de la gestión, la demora (…) No da lo mismo que a uno le falte un par de zapatillas a que le falte la casa. La casa es primordial para la gente. Yo eso lo encuentro impresentable”, enfatizó la candidata.

Ya maquillada y sentada para responder las preguntas, Jara reconoce que “las semanas cada vez se van poniendo más intensas en la medida que se va acercando la elección. Y eso resulta bastante evidente y además hay más interés mediático por poder presentar a los candidatos tanto en la dimensión programática como también, yo diría, como personas”.

En medio de su reflexión Jara aprovecha de repasar a sus adversarios, particularmente a José Antonio Kast, quien hasta el momento no tendrá su cara a cara en el programa de Mega. 

“Y eso es bueno, porque uno no gobierna ni con puro corazón ni con puro cerebro, sino que con una mezcla. Entonces no es bueno esconderse cuando te requieren para poder mostrarte como realmente eres. Si no, la gente se arma una idea muy parcial de uno. Por eso yo no me escondo y doy la cara”, añade Jara.

—Su semana partió con este conflicto con el ministro de Vivienda. ¿Pudieron aclarar bien lo que pasó? 

—Lo que pasa es que él abrió un tema que él mismo después dio por cerrado, pero yo no tengo nada más que decir al respecto. A mí lo que me preocupaba es el retraso de la reconstrucción de las casas, lo cual además es evidente. 

—¿Pero pudieron aclararlo después?

—No, yo no he hablado con el ministro. No he tenido oportunidad. 

—¿Y cómo fue eso que dijo ayer de que había advertido la situación de la reconstrucción en la Quinta región?

—Yo lo advertí en el comité político.

—¿Y no hay una tensión con el Gobierno en ese sentido? 

—No, para nada. La verdad es que yo salí del Gobierno hace tiempo ya. Tengo mi propia opinión sobre la gestión del Gobierno con sus cosas buenas y de las otras, como todo en la vida. Y no tengo ninguna dificultad con el Gobierno. Y soy una persona que no reniego de lo que he hecho. Por el contrario, creo que hice una buena contribución este Gobierno. Pero quiero hacer mi propio gobierno, distinto, por cierto. 

—Hay dos eventos que protagonizó el Presidente que se perciben en los análisis como atornillarle al revés, o como que hubiesen afectado a su candidatura. Que son la mención del Presidente del programa de José Antonio Kast en la cadena nacional. Y en segundo lugar, cuando nombra o postula a la presidenta Bachelet en la ONU. ¿A usted le parece que eso afectó de su candidatura?

—A ver, sobre lo primero, yo creo que el Presidente manifestó una preocupación legítima en el marco de la discusión presupuestaria de qué pasa cuando Kast propone disminuir 6.000 millones de dólares, cosa que todavía no aclara. Y yo soy de la misma idea, en el sentido de que creo que Kast tiene que señalar a quién va a perjudicar. Porque 6.000 millones de dólares van a restringir derechos sociales, aunque él jure y rejure que eso no va a pasar. Y no por una cosa de voluntad discursiva, sino porque el presupuesto es el que es, y 6.000 millones de dólares es casi el 2% del PIB. Entonces estamos hablando de la gratuidad, de la PGU. Yo creo que es un debate que tiene que darse.

—¿Y en relación a lo de la ex presidenta Bachelet?

—Y de la presidenta Bachelet… es la mejor candidata para la ONU. Ojalá incluso antes se le hubiese nominado, no sé si los tiempos de la ONU daban para eso, pero pensando en un liderazgo como el de ella internacional y nacional. Ninguna mujer ha dirigido la ONU en 80 años, ninguna latinoamericana, ningún latinoamericano, y tenemos una candidata que es reconocida en Chile y en el mundo. Que dirigió ONU mujeres, que fue Alta Comisionada de Derechos Humanos, dos veces presidenta de Chile y la derecha está preocupada de discutir por una lenteja. Es insólito. 

—¿Usted sabía que no iba a poder contar con ella en la campaña? ¿Lo sabía desde el principio? Porque son cercanas, entiendo. 

—Sí, somos cercanas. La verdad entendía que si ella seguía este camino, es evidente que no puede estar haciendo campaña política acá, pero además no me preocupa mucho eso, porque yo creo que no hay duda en Chile de a quién apoya la presidenta de Chile.

—¿Pero estaba pensada en que saliera en una franja, por ejemplo?

—A mí me habría gustado, pero la verdad es que no se puede y lo entiendo perfecto.

—¿Y su relación con el presidente Boric cómo está?

—Bien. 

—¿Hay un diálogo continuo? 

—Muy poco, tanto por sus obligaciones como jefe de Estado, como por mis obligaciones en la campaña. Pero muy poco en realidad. Pero la relación está bien. Hay algo en política que siempre da para hacer mucho análisis y teoría respecto a todas las cosas que pasan y de las que no. Pero, ¿sabes? Yo lo tomo como parte de la realidad en la que vivimos nomás. Al final, los hechos después son los que hablan por sí solo.

—¿Pero siente respaldada su candidatura por Gabriel Boric? 

—Es que no es algo que esté en el centro de las preocupaciones de mi candidatura. A mí me interesa que me respalde la mayoría de los chilenos y chilenas y para eso estoy trabajando. 

—Hay gente que dice que está trabajando en una candidatura 2030 ¿Qué le parece esa opinión? 

—Se dicen tantas cosas, como colores hay en el mundo. 

“No me siento interpelada por las palabras de Carolina Tohá sobre la izquierda y el orden público”

El pasado martes, la exministra del Interior y candidata derrotada en las primarias del oficialismo, Carolina Tohá (PPD), ofreció una charla en la Paris School of International Affairs de Sciences Po, en la capital francesa. Fue invitada a conversar con estudiantes de Ciencia Política sobre seguridad pública. Y la participación generó ruido inmediato en el comando de Jara.

Durante su exposición, Tohá señaló: “Los complejos de izquierda que le tienen alergia a la policía, al orden público, a hacer cumplir la ley. Hacer cumplir la ley no es algo de derecha. Hacer cumplir la ley es la principal protección para los vulnerables. En el reino de la selva, quienes se salvan son los que no necesitan la ley.”

Las palabras fueron leídas como una crítica indirecta a la candidatura de Jeannette Jara. Sin embargo, la abanderada comunista le resta dramatismo a los dichos y asegura que mantiene una relación fluida con la exministra del Interior.

—Hubo otra ministra exministra que generó polémica, Carolina Tohá. 

—Justo habíamos hablado por teléfono el día anterior. 

—¿Cómo fue esa conversación?

—Es que hablamos permanentemente con Carolina y justamente habíamos hablado. Ahí me contó que estaba en Europa, hemos hablado varias veces de los temas de seguridad. Ella tiene una opinión al respecto. Yo creo que ella hizo un tremendo aporte en materia de seguridad. Sé que los resultados todos hubiésemos querido que fueran mejor. Me quedé pensando después de la entrevista de Tomás Mosciatti que dijo que fue un fracaso. Pero yo no soy de las personas que ven el mundo en blanco y negro porque así no es la realidad. Por eso decía, hay colores. Y por cierto, toda la agenda de seguridad que se logró llevar adelante, que ella la lideró, es bien importante. Pero además me pasa otra cosa. 

—¿Qué?

—Que yo no me siento en absoluto interpelada por sus palabras. Tengo completo sentido de la realidad de lo que involucra hacerse cargo en los temas de seguridad pública. 

—Pero si en su interpretación no quiso atacar su candidatura, ¿a qué responde esa frase?

—A su opinión respecto del proceso que ella misma debe haber sentido así. 

—Pero hay un contexto de una elección también. ¿No?

—Bueno, eso es otra cosa. Pero eso no significa que quienes me apoyan, como Carolina, tengan que guardarse sus opiniones siempre. En la política yo veo esto mucho más dinámico de lo que algunos creen. Algunos creen que todos tienen que votar de la misma manera, los presidentes tienen que dar órdenes. Yo no creo en nada de eso. Yo creo que lo que uno hace es liderar y el liderazgo significa convencer a los demás. 

Ingreso vital: “Nos interesa que la gente llegue a fin de mes y a los que seguramente nunca tuvieron esa necesidad no les debe preocupar tanto”

Las declaraciones de Jeannette Jara sobre el último Informe de Política Monetaria del Banco Central marcaron uno de los puntos más comentados de la semana. La candidata comunista cuestionó la oportunidad del documento, publicado a dos meses de la elección, y dijo que le parecía “curioso” que la institución se pronunciara sobre el mercado laboral, un ámbito que —según ella— no forma parte de su mandato.

Sus palabras, pronunciadas durante el ciclo presidencial organizado por la Fundación Chile Mujeres y El Mercurio, fueron interpretadas por sus contendores como un intento de desacreditar al organismo. Johannes Kaiser (PNL) aseguró que la exministra “reconoce que el informe es correcto, pero no le gusta el momento en que se publicó”, mientras que Evelyn Matthei defendió la autonomía del Banco Central y calificó sus declaraciones como “un error de comprensión sobre el rol del ente emisor”.

Jara responde a esas críticas. Defiende su postura y reivindica la autonomía del Banco Central.

—De esta semana intensa, ¿fue un error cuestionar al Banco Central sobre el IPOM? 

—¡Ay! ¡Qué buena pregunta! ¡Qué buena pregunta! Le cuento algo. Yo tengo clara la autonomía del Banco Central y siempre la he defendido. Lo que pasa es que la oportunidad de ese informe es lo que no me parece. Pero no cuestioné en nada al Banco Central. Es más, me pareció curioso, y lo digo porque el último informe se había hecho en 2014. 

—¿Pero cree que tuvo una intención política el Banco Central al emitir el informe?

—No, yo creo que más que intención política tiene una preocupación legítima porque hay tres elementos que pone el Banco Central sobre la mesa. Si aquí la intención política no la pone el Banco Central, la ponen los que analizan solamente uno de los elementos que es el efecto de las reformas laborales. Pero el Banco Central también señala en el IPOM que esto benefició el consumo y el crecimiento. Y que los desafíos del mercado laboral tienen mucho que ver con digitalización, inteligencia artificial y todo lo que viene.

—Pero es raro no cuestionar al Banco Central, pero sí cuestionar el informe, si al final son parte de lo mismo. ¿No?

—No, no es lo mismo. 

—¿En qué sentido?

—Es que el Banco Central tiene un claro mandato, yo lo respeto, y estoy muy convencida de que es una institución que contribuye, porque todo el control de la inflación es muy relevante para los países. En este otro tema, que es el tema laboral, creo que lo pusieron sobre la discusión y ahora espero que cuando sea presidenta lo podamos incorporar en su mandato para que lo hagan permanentemente y no con tanta estacionalidad o separación de años en el tiempo.

—El control de la inflación va a ser importante si se llega al sueldo vital de $750 mil que usted propone en su programa. ¿Le parece importante el rol del Banco Central en la inflación que va a llegar si se concreta este aumento?

—Me parece importante siempre el rol del Banco Central. Ahora si la preocupación es el alza al ingreso vital de 750 mil pesos, es una de las causas que puede producir inflación, le quiero decir que por el monto, viendo otros movimientos que hay como los retiros de dividendos que hacen los accionistas, a veces eso es mucho más y el efecto de la economía chilena es bastante resiliente, por eso hemos podido en tan poco tiempo, bajar tanto la inflación.

—¿Usted no cree que el ingreso vital vaya a generar desempleo?

—No, con las medidas que tenemos de mitigación, yo espero que el sueldo vital a la gente alcance para vivir. Y esto no es solo sueldo mínimo. Esto es sueldo mínimo, subsidio a las pymes y transferencia directa y gradual dentro del periodo de gobierno. Además, para mover la aguja del empleo, lo que hay que hacer es mover la aguja del crecimiento. Y ahí va a estar uno de mis principales énfasis concretos. 

—¿Hubo gente del Socialismo Democrático que le dijo que el ingreso vital no era una buena idea?

—O sea, hay gente del comando que señaló que el salario vital lo veía con dificultad en su viabilidad si era solo salario mínimo, por el efecto que aquí tiene en las pymes y que yo comparto. Porque esto tiene que ver con la estructura de la concentración económica que hay en el país. Porque es de lo que no se conversa, ¿no? Porque las pymes no pagan poco porque quieran pagar poco, las pymes pagan poco porque su robustez no es tan sólida. Eso hace que las pymes por sí solas tengan bien pocas capacidades de ser robustas. El tema es que son las que dan más empleo. Y la gente tiene que poder llegar a fin de mes con lo que gana.

—O sea, pese a la advertencia interna y externa, ¿usted cree que el ingreso vital con todas estas medidas de mitigación no es una medida populista o que va a generar desempleo? Recibió duras críticas del mundo empresarial. 

—Lo que pasa es que a nosotros nos interesa que la gente llegue a fin de mes. Y a los que nunca han necesitado tener esa preocupación, o que siempre han ganado mucho más que aquello, seguramente no les debe preocupar tanto. Pero a mí sí me interesa. Pero de todas maneras, solo para aclarar en el trayecto de la discusión programática, en mi propuesta de primaria decía salario vital porque nuestra intención era que esto fuera salario mínimo. Pero la verdad es que viendo la estrechez del mercado y escuchando también a los encargados económicos del programa, yo lo que les pedí fue que viabilizaran una propuesta que permitiera, sin impactar en el mercado laboral, tener a las personas con un sueldo que les alcance para vivir. Y eso es lo que se hizo. 

—¿De qué manera?

—Ahora hay tres componentes en ingresos, y por eso cambia salario vital a ingreso vital. Entonces ahí por eso está. Salario mínimo, subsidio a las pymes y transferencias monetarias directas. Yo sé que es un desafío importante, pero nosotros no podemos pensar en que en Chile se sigan pagando los sueldos que se pagan, porque es bastante poco lo que se paga. Aunque muchos economistas y gente de derecha digan lo contrario. Si no, pregúntele a cualquier ciudadano que gana el mínimo.

—¿No hay que trabajar primero en la creación de empleo?

—Yo creo que se puede avanzar en dos cosas, fíjate. Lo que no nos puede pasar es que se produzcan esos reajustes escuálidos que se produjeron durante tanto tiempo y que no tenían ninguna relación con el costo de la vida. Ahora, todo esto requiere varias medidas, porque no es una pura cosa versus la otra. Por ejemplo, para impulsar el crecimiento nosotros tenemos además toda la intención de sacar adelante la cartera de inversión que ya está en Chile y que ya solo ejecutando esa cartera de inversión tendríamos ingresos. Hay más de 80 mil millones ahí que están trancados todavía y que uno podría ejecutarlos. Lo que uno puede observar es que Chile tiene grandes oportunidades de reingresar a la vía del desarrollo. Yo no estoy esperando solamente que Chile crezca unos puntitos más o unas décimas más. En mi gobierno espero que Chile retorne a la vía del desarrollo. Y no lo digo discursivamente solamente, sino que lo digo porque hay una gran oportunidad para Chile.

“No va a haber estatizaciones, no va a haber nacionalizaciones, y esto no se trata de eso. A mí lo que me interesa es que Chile tome la senda del desarrollo de nuevo”

Jeannette Jara reconoce que su programa económico tiene un sello socialdemócrata. Lo dice sin rodeos, como una forma de ordenar el debate sobre qué representa su candidatura dentro del oficialismo y cuál es el rumbo económico que mejor representa a los nueve partidos que la respaldan.

Habla de crecimiento, empleo y desarrollo, y descarta nacionalizaciones u otros rasgos asociados a los clichés de las administraciones comunistas. En cambio, propone un Estado activo que acompañe e impulse al sector privado, como parte de una estrategia para reencauzar el desarrollo del país. Asegura también que esa postura implica que el Partido Comunista debe dar, pero también ceder.



—La pregunta que se suele hacer en su partido es si ir orientado a política internacional y la gestión en países como Cuba o Venezuela. Pero hay otras preguntas que se hace el electorado, que tiene que ver con la gestión económica ligada al comunismo y la nacionalización de empresas. Si tuviera que responderle a la gente, ¿cuál es el modelo que impulsaría?


—Yo lo que diría, es que si nosotros pensamos hoy día en los tiempos que corren, lo primero es que este gobierno va a ser un gobierno que detenga el retroceso en derechos de las personas que plantea la ultraderecha. Lo que hacen es proponer reducir la protección social en Chile. Nosotros, en cambio, lo que estamos proponiendo es mejorar el empleo, el crecimiento, crear el ingreso vital a 750 mil pesos, reducir las cuentas en la luz, o sea, tener cosas que beneficien a las familias directamente. Pero para eso se requiere una alianza público-privada donde el Estado provea las condiciones habilitantes estratégicas para que el sector privado se pueda desarrollar.


—¿Eso cómo se traduce?



—En concreto, no va a haber estatizaciones, no va a haber nacionalizaciones, y esto no se trata de eso. A mí lo que me interesa es que Chile llegue al desarrollo de nuevo, o tome la senda del desarrollo de nuevo, más bien dicho, y para eso lo que voy a hacer en mi gobierno va a ser modernizar los puertos, generar una conectividad territorial completa de nuestro país, porque hay varias regiones que no están conectadas territorialmente, y generar una capacidad de almacenaje, por ejemplo, de energía solar. A 2030 yo espero que nosotros estemos de nuevo en la vía del desarrollo. Y Chile tiene una gran oportunidad, y eso es lo que me convoca mucho porque de esto no se está discutiendo. Y si nosotros queremos mejorar condiciones de vida, hay que mirar más allá del Imacec del último mes o del desempleo del último trimestre. Por eso cuando el análisis se pone a las 40 horas, evidentemente que ese no es el problema del empleo en Chile.


—¿Considera que es socialdemócrata su programa económico?


—Yo diría que el programa sí. Nuestro programa, incluido el ingreso vital, representa el espíritu socialdemócrata de la mayoría de los partidos de la coalición.


—¿Y eso le trae costos en su partido?


—Yo diría que hay un sentido en el cual los partidos que están en este espacio están trabajando por una unidad amplia y eso involucra siempre que uno da y cede. Hay gente que pide ciertas garantías. 


Jara y el Nobel de la Paz a Corina Machado: “Es un reconocimiento importante”

Jeannette Jara también comenta el escenario internacional y las señales políticas que algunos sectores de la centroizquierda le exigen para despejar temores sobre su candidatura. Evita comprometer nombres, pero deja claro que las decisiones de un eventual gabinete —incluido el canciller— las tomará ella.


El tema deriva hacia Venezuela y el reciente premio Nobel de la Paz otorgado a María Corina Machado. Jara califica el reconocimiento como un gesto importante hacia un liderazgo femenino que busca cambios en su país. Cambios que asegura “esperar prontamente”.


—En el mundo del Socialismo Democrático, muchos han comentado que, por ejemplo, una señal de garantía que le podría dar a esta centroizquierda que tiene esos miedos del comunismo es asegurar que su canciller no va a ser del Partido Comunista. ¿Es algo que podría asegurar? 

—Cuando yo sea presidenta, quienes sean ministros, lo voy a decidir yo.

—¿No ha pensado en eso como una señal?

—No lo he pensado todavía, pero lo único que le puedo decir es que quien nombre a los ministros voy a ser yo. 

—Está rondando la idea de Heraldo Muñoz. La representó en una reunión diplomática.

—Primero hay que ganar.

—¿Qué le pareció el premio Nobel de la Paz a María Corina Machado? 

—Creo que es un reconocimiento importante a un país y a un liderazgo, en este caso, de una mujer que se la juega porque hayan cambios y espero que se produzcan prontamente, porque, a diferencia de otros países, la situación venezolana sí impacta en Chile. Y yo quiero poder reconducir a los que han venido a cometer crímenes y mientras no tengamos relaciones diplomáticas con Venezuela, es bien difícil. 

—O sea, ¿a usted le gustó? 

—A mí me parece que es un reconocimiento importante. Sí creo que Trump debió haber sido un poquito más generoso, ¿no? Porque su Twitter fue como de picado. 

“Soy buena para sonreír y para bailar, pero soy una persona que tiene carácter y liderazgo, no puedo permitir que se instalen mentiras”

Jara, además, analiza el clima político que se ha vivido en la campaña y dice que lo que más le ha generado molestia son las mentiras.

En todo caso, pone paños fríos. “Sobre el clima político en las elecciones, quiero decirles que todo depende de cómo uno lo mire, porque efectivamente hay tensiones entre los candidatos, pero yo miro lo que pasa en otros países y estamos a años luz, aquí es una taza de leche. Entonces, todo depende desde la perspectiva que uno lo mire. Encuentro que más que esté polarizado, yo creo que parte de la democracia son posiciones distintas y miradas distintas de la sociedad. Ahora, lo que yo veo como una posible oportunidad es que en mi caso yo represento nueve partidos, que es un amplio arco de la centroizquierda chilena y de la sociedad chilena. Cuando uno está ligado solo a un partido, o a una secta, o a un grupo de fanáticos, después es bien difícil dar gobernabilidad. Pero bueno, veremos, los chilenos y chilenas tendrán que ponderar eso también”, dice Jara.

—¿Siente que Kast está arrancando de los debates?

—Él puede tomar la estrategia que quiera. Yo creo que para mí lo importante es dar la cara porque uno gobierna y tiene que ser transparente con las personas. Uno no es un personaje, no es una maqueta que te arman, es una persona con sus luces con sus sombras: esos somos los candidatos y creo que es importante dar la cara, pero él que haga lo que quiera. 

—¿Siente que José Antonio Kast es un personaje?

—Hay gente que cree que los candidatos debieran estar en una maqueta como una muñeca Barbie o Ken, y no moverse de ahí. Yo creo que eso es un poco artificial porque uno después también gobierna con todos.

—¿Cómo evalúa esa disputa que tuvo en el primer debate?

—Eso ya lo dije muchas veces. 

—Pasa que el análisis es que sus habilidades blandas, su sonrisa, fue lo que despertó el voto de mucha gente ¿No siente que en ese debate perdió un poco eso que era tan característico de Jeannette Jara?

—A ver, yo soy buena para sonreír y para bailar, pero soy una persona que tiene carácter y liderazgo, entonces no puedo permitir que se instalen mentiras y menos que se metan en cosas que además resultan evidentes. 

—¿Cree que va a lograr salir de este piso del 30%?

—Yo voy a trabajar todos los días para hacer eso y si lo vamos a lograr o no lo van a decidir los ciudadanos.

—¿Pero qué que va a hacer para salir? 

—Yo voy a seguir haciendo lo que he hecho toda mi vida. Voy a seguir caminando una senda en la cual lo que se busca es la unidad, abriendo diálogo y pensando en el bienestar de Chile. No voy a renunciar a nuestros principios. No voy a gobernar con ideas que no representen a la centroizquierda chilena. O sea, jamás voy a proponer expulsar a los migrantes y dejar a sus hijos acá en Chile, como lo hicieron en Estados Unidos con los mexicanos. Por cierto, voy a hacer todo lo que pueda para ordenar la casa en materia migratoria, pero no voy a poner minas para que la gente explote en el desierto. Lo que voy a hacer es trabajar por la unidad de Chile, y eso va a significar abrir diálogo con todos los sectores políticos, haciendo propuestas además que sean responsables y financiables.



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