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| GRAFFITI « ¡EVADIR, NO PAGAR, OTRA FORMA DE LUCHAR! » |
(ANSA) - SANTIAGO DE CHILE, 18 Octubre 2022. - El presidente Gabriel Boric lamentó hoy el poco avance en recoger las demandas mayoritarias expresadas en el estallido social de hace tres años y urgió a dialogar transversalmente para buscar soluciones a los urgentes problemas y demandas sociales.
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À SANTIAGO, AU CHILI, VENDREDI 25 OCTOBRE 2019 PHOTO SUSANA HIDALGO |
El 18 de octubre de 2019, miles de estudiantes secundarios saltaron los torniquetes bajo la consigna "evadir otra forma de luchar", en protesta por el alza del pasaje del Metro, iniciando una revuelta popular que provocó la mayor crisis política del país. Al caer la tarde, la capital chilena se veía envuelta en llamas al incendiarse en forma simultánea más de 130 estaciones del tren subterráneo y en la noche se saqueaba el comercio. En el esperado balance del Gobierno, el hoy mandatario afirmó que "hemos avanzado poco en cambiar las cosas…ha habido esfuerzos, pero todavía no concretamos las reformas que resuelvan la debilidad de los derechos sociales de los chilenos y chilenas. Así nos lo dice la gente permanentemente en la calle".
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| PHOTO ALEX IBAÑEZ |
Defendió sus iniciativas de una reforma tributaria para financiar derechos sociales, una reforma previsional para asegurar jubilaciones dignas y una reforma de salud para que ésta sea oportuna y digna.
Sus dichos se sucedían en medio de bloqueos de caminos, carreteras, desfiles con pancartas en diversas ciudades protagonizados por movimientos sociales, sindicales, sin casa y otros grupos carenciados.
El mandatario urgió a los dirigentes políticos a "construir puentes y dialogar", denunciando que "en los últimos días pareciera que nos hemos alejado de aquello". Reafirmó que "la voluntad de nuestro gobierno es construir esos puentes y no dinamitarlos, con sectores políticos que no piensan igual que nosotros y también con la sociedad".
Hace tres años, el entonces diputado mostró su audacia política y se sentó en la mesa de negociaciones --apartándose de la instrucción de su partido- para alcanzar un acuerdo político transversal que pusiera fin a la paralización del ejecutivo encabezado por Sebastián Piñera.
Hoy abogó que "Chile nos pide reformas, pero no da un cheque en blanco a quienes las estamos impulsando. Las reformas que piden no siempre coinciden con las que promovemos los reformistas. El primer proceso constitucional fue de hecho una prueba de ello, el resultado del plebiscito así lo ha dejado claro", dijo en referencia a la derrota de la opción apruebo la nueva Constitución, el 4 de septiembre pasado.
"Reconocemos que nuestra lectura de los cambios sociales que el país necesita estuvo muchas veces nublada por ideas pre concebidas" e indicó que las demandas de los chilenos están alejadas de las recetas previas de unos y otros. A su juicio, los chilenos "quieren derechos sociales garantizados, pero también quieren defender sus autonomías y sus posibilidades de elección. Quieren un Estado que proteja, pero no que ahogue, quieren igualdad y reivindican a su vez su libertad".
"El desafío es político y nos plantea un desafío tremendo.
Este es el mandato más elocuente del estallido social: salir de estas trincheras", subrayó.
Según el gobernante, "a tres años del 18 de octubre tenemos una nueva oportunidad para construir las bases de una sociedad justa, menos desigual, digna y no la podemos desaprovechar".
El mandatario no eludió las graves violaciones a los derechos humanos de esos días por la represión policial. Fue "un momento doloroso desde el punto de vista de los derechos humanos" porque "personas que estaban ejerciendo un derecho legítimo en democracia sufrieron lesiones y abusos ante los cuales no podemos ser indiferentes".
"Como Estado debemos asumir que el comportamiento policial de esos meses sobrepasó los límites de lo aceptable…hubo muertos, hubo abusos sexuales, hubo mutilaciones oculares y eso no puede quedar impune y no se puede volver a repetir", afirmó.
"Es indispensable que en democracia los abusos policiales se investiguen, se sancionen. No solo es un acto de justicia con las víctimas sino también un acto de justicia con la institución policial cuya labor no debe ser confundida con actuaciones que fueron gravísimas y condenables y que no son representativas de la labor diaria que los 60.000 carabineros realizan día a día", mencionó.
Boric defendió "el trabajo que las policías hacen todos los días para proteger a la población y frenar a la delincuencia" y admitió que "el estallido social fue un campo fértil para la expansión de conductas violentas y destructivas que también han dejado víctimas y secuelas".
"Este tipo de violencia no es inocente, causa daño, alienta el odio, genera inseguridad y termina alentando regresiones políticas anti democráticas que no queremos para Chile", concluyó. (ANSA).
