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Con una asistencia que no superó las 4.000 personas, y una alta presencia policial, se produjo en Plaza Italia una manifestación relativamente tranquila por el tercer aniversario del estallido social. La mayor parte de las expresiones fueron para protestar por las víctimas de violaciones a los derechos humanos del hecho histórico.
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| DESSIN ALEN LAUZÁN |
Mientras que el tercer aniversario del estallido social ha estado marcado desde la política por los intentos de significar y resignificar el hecho histórico ocurrido el 18 de octubre de 2019, se estaba a la espera de saber cuál sería la reacción de la ciudadanía que protagonizó la efeméride durante la jornada de ayer, considerando que se trata de la primera conmemoración posterior a la derrota del Apruebo de la nueva Constitución.
“El estallido no fue una revolución anticapitalista y tampoco, como han querido instalar en los últimos días, una pura ola de delincuencia”, fueron las recientes declaraciones del presidente Gabriel Boric en la víspera de la conmemoración del tercer aniversario del estallido social ocurrido ayer martes 18 de octubre de 2022.
Declaraciones que marcan un nuevo giro y que resultan contrarias a las que el mismo Boric profirió en el marco de su campaña presidencial, en julio de 2021, cuando señaló que “si Chile fue la cuna del neoliberalismo, también será su tumba”, o cuando el jefe de Estado dijo al periódico argentino Página 12, el 3 de abril pasado, en el marco de su primera salida presidencial al extranjero; “queremos dejar atrás el estado neoliberal”.
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| PANTALLAZO |
Pese al gesto, el presidente de la UDI, el senador Javier Macaya, no dejó de pasar cuentas: “[Boric] reconoce entre líneas la responsabilidad de una izquierda que pretendió imponer con violencia su visión retrógrada. Chile rechazó esa visión, tiene hoy esperanza, vamos a exigirle al Gobierno que impulse cambios con libertades y sentido común”, declaró.
Entre los asistentes una mayoría de personas adolescentes, secundarios y adultos jóvenes. Por otra parte, no se apreciaba una presencia importante de personas mayores ni tampoco de familias que hayan asistido con un afán conmemorativo.
En el Congreso, la antesala a la efeméride estuvo marcada por la discusión de realizar un minuto de silencio para las víctimas de la represión del gobierno de Sebastián Piñera.
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Petición que no prosperó en la Cámara de Diputadas y Diputados, pues el comité parlamentario del Partido Republicano se opuso a la propuesta, pero que sí tuvo eco en el Senado, donde sí se efectuó por los fallecidos en el contexto del 18 de octubre. La petición fue realizada por la senadora Fabiola Campillai (independiente), quien sufrió en carne propia la represión de Carabineros cuando recibió una bomba lacrimógena que impactó en su cabeza dejándola sin los sentidos de la vista ni del olfato.
Pocos manifestantes y efectividad policial
En paralelo, en Santiago, alrededor de las 15:00 horas, ya comenzaban a llegar los primeros manifestantes a Plaza Italia, los que fueron rápidamente repelidos por Carabineros, quienes además de contar con un alto contingente policial (5.000 desplegados en Santiago), disponían de nuevos carros lanza aguas y lanza gases como para imponerse a un número reducido de civiles.
Llegadas las 17:00 horas, horario en el que estaba convocada la manifestación principal, ya se podía ver un grupo de personas que no superaba las mil, apostadas en las cercanías de Plaza Italia, enfrentándose con Carabineros para poder llegar hasta el centro de la rotonda, donde estaba la estatua ecuestre del general Manuel Baquedano y epicentro de las masivas manifestaciones de 2019 y 2020.
Sin embargo, la rápida reacción de los efectivos policiales y el uso de chorros lanza agua y gases lacrimógenos, dispersó nuevamente a las personas que en ese momento estaban apostadas en el puente Pio Nono, la intersección con Vicuña Mackenna y los inicios de los parques Bustamante y Forestal.
Pese a que no lograban congregarse, ya se podía ver que entre los asistentes había una mayoría de personas adolescentes, secundarios y adultos jóvenes. Por otra parte, no se apreciaba una presencia importante de personas mayores ni tampoco de familias que hayan asistido con un afán conmemorativo.
'Libertad a los presos del estallido', la principal consigna del tercer aniversario del 18-O.
Con el correr de las horas, con una presencia de Carabineros permanente, pero de actuar intermitente, los manifestantes comenzaron a instalarse donde se ubicaba la estatua del general Baquedano, se sumaron más personas, las que no superaron las 4.000 personas. Un número muy escaso, considerando las masivas manifestaciones del estallido y de los dos aniversarios anteriores (ver crónica de 2021: 18-O: Movilizaciones masivas en todo Chile muestran que el malestar persiste y no se canaliza del todo por vía electoral. ).
Tampoco se percibía el ambiente familiar, festivo y creativo que se apreciaba en otras marchas. De hecho, el color imperante de las prendas era el negro, no había muchas expresiones artísticas, ni variedad en las banderas ni en las consignas. Respecto de esas últimas, la mayor parte estaban referidas a reivindicar a las víctimas de violaciones a los derechos humanos, muy por sobre las demandas de justicia social que caracterizaron el evento histórico.
Tampoco se percibía el ambiente familiar, festivo y creativo que se apreciaba en otras marchas. De hecho, el color imperante de las prendas era el negro, no había muchas expresiones artísticas, ni variedad en las banderas ni las consignas.
Casi a las 19:00 de la noche, Carabineros decidió entregar completamente la Plaza Italia a los manifestantes, quienes durante horas se enfrentaron a los efectivos policiales para llegar hasta el centro de la rotonda. A diferencia de otras ocasiones, nunca la policía se vio sobrepasada, probablemente por el escaso número de manifestantes. Es por eso que se deduce que la acción policial de permitir la libre manifestación en el lugar fue deliberada, así como lo fue la decisión de que ésta durase solo una hora y 15 minutos, que es el plazo que la policía se dio para dispersar a los manifestantes -la gran mayoría pacíficos- con carros lanza agua y lacrimógenas.
En el interludio, la manifestación se volcó a la expresión de malestar, y daba la sensación que el ánimo imperante era de desazón post plebiscitaria. "La sensación es de frustración. Si hubiese ganado el Apruebo no seríamos tan pocos hoy", comentó a INTERFERENCIA Francisco, uno de los tantos ciclistas que asistieron a esta y otras manifestaciones.
Pese a que la manifestación se desarrollaba con tranquilidad, al caer la noche, a eso de las 20:15, Carabineros lanzó una nueva ofensiva contra los manifestantes y lanzó todo su contingente para dispersar a las personas y en un corto intervalo de tiempo- recuperar nuevamente la rotonda.
Estos recursos evitaron que las policías se enfrentaran directamente con los manifestantes, pues no hubo utilización de perdigones, aunque sí lanzaron gases lacrimógenos con escopetas.
INTERFERENCIA consultó con el Hospital de Urgencia Asistencia Pública, también conocido como Posta Central, para conocer sí habían sido derivados manifestantes heridos por la acción policial. Desde el centro asistencial, señalaron que “llegó un número muy reducido de pacientes con heridas muy leves. Nada grave, fueron detalles”.
También se reportaron algunas acciones delictuales, como saqueos en locales de Santiago, cercanos a Metro Universidad Católica y algunos enfrentamientos más duros con Carabineros a esa altura. Según el último balance entregado por el Gobierno, se detuvieron 30 personas dentro de la región Metropolitana.
Hablan algunos manifestantes
Por otra parte, INTERFERENCIA conversó con algunos de los manifestantes que estaban apostados en la Plaza Italia para conocer sus motivaciones e impresiones en este tercer aniversario del 18 de octubre.
Katya (31 años), señaló que “hay que esperar qué pasa con los ánimos post plebiscito, ya que antes había una línea de seguimiento clara con el proceso”.
Un grupo de brigadistas -Newen Mapuche- que asiste semanalmente a las manifestaciones de los viernes, señalan que “cambió el marco político” y que “engañaron a la gente con el plebiscito y se perdieron las consignas que se levantaron el 18 de octubre”, en referencia a los temas de salud, pensiones y educación.
Hugo (34 años), otro de los asistentes, agrega; “se perdió el lado constitucional, ahora va a depender de la gente que se sume para ver cómo esto sigue”.
Por otra parte, un grupo de brigadistas -Newen Mapuche- que asiste semanalmente a las manifestaciones de los viernes, señalan que “cambió el marco político” y que “engañaron a la gente con el plebiscito y se perdieron las consignas que se levantaron el 18 de octubre”, en referencia a los temas de salud, pensiones y educación. Sobre la represión, sostuvieron que “Carabineros no permitió que la gente pusiera sus lienzos ni que se manifestaran”.
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