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MONEDA DE 10 PESOS 1973 Durante la dictadura, las monedas de 10 pesos lucían la figura de una mujer alada rompiendo cadenas, con la fecha 11-IX-1973 y la palabra “LIBERTAD”. El régimen que las acuñaba era el mismo que negaba las libertades personales más básicas a los chilenos.
Columna de Daniel Matamala PANTALLAZO
“La efectiva libertad de la persona solo se garantiza a través de un gobierno autoritario”, decía el líder de los Chicago Boys, Sergio de Castro. Uno de los profetas del neoliberalismo, Friedrich Hayek, visitó Chile en 1981 y bendijo a Pinochet: “Es posible que un dictador gobierne de manera liberal”.
¿Qué libertad celebraban esas monedas? La más preciada para De Castro y Hayek: la económica. Claro, bajo Pinochet los chilenos eran libres para elegir su AFP y, si tenían suficiente dinero, su isapre, su colegio y su banco. Un rol fundamental en esa síntesis de gremialismo político y neoliberalismo que daría origen a la UDI le cupo al ministro de la dictadura Miguel Kast.
En 2021, su hermano menor postula a la Presidencia y la palabra “libertad” es parte fundamental de su plataforma, que promete “un Chile libre”. Pero su programa dibuja un Estado que interfiere en los cuerpos, las familias y los derechos básicos de los ciudadanos.
Libertad para las mujeres no hay. “Derogaremos la ley que posibilita el aborto”, promete, con lo cual una mujer que aborte tras haber sido violada, si el feto es inviable, o si su propia vida corre peligro, volverá a ser considerada una criminal por el Estado, tal como ocurrió entre 1989 y 2017. En palabras del mentor de Kast, Jaime Guzmán: “La madre debe tener al hijo aunque salga anormal, no lo haya deseado, sea producto de una violación o aunque, de tenerlo, derive su muerte”.
JAIME GUZMAN Y JOSÉ KAST « ACUERDO DE UNIÓN CIVIL » |
Libertad para las minorías sexuales, tampoco. Kast fue uno de los nueve diputados que votaron contra el Acuerdo de Unión Civil, y asegura que “un niño que crece en un hogar homoparental lo hará con inseguridad, angustia y tendrá mal rendimiento escolar, ya que la naturaleza dice que este, para proyectarse, debe tener tanto una imagen paterna como materna”, una aseveración desmentida por los estudios científicos y por la realidad cotidiana de miles de familias diversas que crían a sus hijos sin esas dos figuras: madres solas, parejas del mismo sexo, abuelas…
Libertad para las familias, tampoco. Kast cree en esa forma única de familia. Ha dicho que “promovería desde el Estado la familia que está constituida por una madre, un padre y los hijos”, y su programa ofrece incentivos y subsidios, pero solo a “las parejas casadas”.
Para la libertad de pensamiento y expresión, tampoco. El programa de Kast dispone “eliminar el lenguaje de género” y cerrar la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Flacso, por hacer “activismo político”.
Libertad para los refugiados, tampoco. Habla de la “catástrofe humanitaria” de Venezuela, pero promete cavar una zanja para evitar que las víctimas de esa catástrofe busquen refugio. Quienes entren serán expulsados, “evitando los recursos judiciales y administrativos que se utilizan para obstaculizar este proceso”. También habrá que “identificar, investigar y sancionar a las Organizaciones No Gubernamentales y entidades de la sociedad civil que están prestando ayuda y orientación a los inmigrantes ilegales”.