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PORTADA DE CHILE HOY, SEMANA DEL 16 AL 22 DE MARZO DE 1973 |
Portada de 'Chile Hoy' / [Hace 50 años] / Tras parlamentarias de marzo de 1973, en la DC surge una posible tercera vía / El 16 de marzo la revista Chile Hoy publicó este artículo donde el autor revela que un sector del partido presidido por Renán Fuentealba estaba analizando la posibilidad de una negociación con la Unidad Popular.
Parece evidente que los resultados de la elección parlamentaría han introducido variaciones en el cuadro político nacional. Especialmente por la sorpresa que entre los sectores de la oposición ha creado la alta votación recogida por el gobierno de la Unidad Popular.
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Esta situación obliga a realizar, en relación con las principales fuerzas políticas, una evaluación de las modificaciones que en su línea puede introducir el reciente pronunciamiento popular. Es lo que intentaremos iniciar someramente en el presente articulo respecto de la Democracia Cristiana.
Creemos que el principal efecto que tendrá sobre el PDC el resultado de la elección parlamentaria será la reaparición del debate ideológico en ese partido y una activación de la confrontación entre sus tendencias internas. Hasta el día de la elección la situación interna se caracterizó por un predominio incontrarrestable del ala que gira en torno al liderazgo de Eduardo Frei. En la DC no hubo modificaciones desde que, a fines de 1970, se inició el viraje en relación con los planteamientos sostenidos por Radomiro Tomic durante la pasada campaña presidencial.
Objetivamente, la salida de un grupo significativo de dirigentes y militantes en julio de 1971, para formar la Izquierda Cristiana, representó un debilitamiento mayor para las posiciones progresistas. Los equipos ligados al expresidente se apoderaron del control de prácticamente todas las direcciones provinciales, impulsaron una política de alianzas sistemáticas con la derecha. legitimaron el nacimiento de la CODE [Confederación de la Democracia] y sumaron las fuerzas de sus profesionales y empresarios a la maniobra patronal que generó el paro de octubre de 1972.
Debe tenerse en cuenta que la vocación que siente Frei por los hábitos políticos de las 'grandes democracias' lo ha llevado a imitar algunas de sus prácticas. Es así como. desde que dejara el poder, mantiene en derredor suyo, lo que los publicistas británicos denominan 'un gabinete en la sombra'.
En ese contexto las principales figuras del sector no freísta -Radomiro Tomic y Bernardo Leighton- pasaron a una categoría que alguien gráficamente describió como exiliados políticos" en el seno de su propio partido. Sus opiniones eran sistemáticamente silenciadas y parecían huérfanos de respaldo en la estructura orgánica de la Democracia Cristiana. Tanto que no pocos seguidores de la mayoría freísta estimaban que si el resultado del 4 de marzo en las urnas era tan favorable para el PDC como ellos lo imaginaban, no habría mayor problema en llegar, incluso, a prescindir de ellos.
Efectivamente, el pasado sábado 24 de febrero se reunió privadamente el 'Estado Mayor' de Eduardo Frei. El objetivo del cónclave fue evaluar los trabajos de la campaña senatorial por Santiago y trazar líneas acerca de la acción futura del partido de la oposición luego del 4 de marzo.
Al respecto, debe tenerse en cuenta que la vocación que siente Frei por los hábitos políticos de las 'grandes democracias' lo ha llevado a imitar algunas de sus prácticas. Es así como. desde que dejara el poder, mantiene en derredor suyo, lo que los publicistas británicos denominan 'un gabinete en la sombra', es decir, un equipo de gobierno preparado en cualquier instante para asumir el poder y que suministra en todo momento a su líder información especializada respecto de cualquier asunto importante que ocurra en el país.
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Chile Hoy, semana del 16 al 22 de marzo de 1973
Las conclusiones de aquel debate fueron importantes. Primó en ellas un ambiente optimista y se evaluó como muy positivo el trabajo electoral, afirmándose que se podía esperar con tranquilidad un resultado para Frei superior al medio millón de votos. En cuanto al gobierno, se concluyó que su base de apoyo disminuiría sensiblemente y que las elecciones constituirían un resonante triunfó para la oposición.
Para tornar eficaz la acción de ésta hacia el futuro, un punto central pasaba a ser la mantención de la Confederación Democrática. Allí mismo resolvió hacer permanente la CODE y pagar para ello cualquier precio, incluido el alejamiento o la expulsión de cualquier figura interna del PDC, por importante que fuera, que se resistiera a dar estabilidad al pacto centroderechista.
Predominó el criterio de que el gobierno de Allende no podía llegar a su término. En esa perspectiva se situaría hacia el futuro el sector dominante de la Democracia Cristiana. Sin asumir una participación directa en acciones golpistas tratarían de favorecer la liquidación del gobierno de la Unidad Popular.
En cuanto a la acción futura de los opositores y a su actitud en relación con la permanencia del gobierno, predominó el criterio de que el gobierno de Allende no podía llegar a su término. En esa perspectiva se situaría hacia el futuro el sector dominante de la Democracia Cristiana. Sin asumir una participación directa en acciones golpistas tratarían de favorecer la liquidación del gobierno de la Unidad Popular.
Para llegar a un cuadro que tornara realmente critica la situación para Allende, era indispensable utilizar los resultados de la elección parlamentaria como la palanca que presionara su salida. De ahí que se resolvió también reforzar en la última etapa la imagen de plebiscito de la elección. para lo cual el propio Eduardo Frei debía insistir -como lo hizo en su discurso del miércoles 28- en reafirmar dicho carácter y en colocar un conjunto de temas en torno a los cuales se pudiera exigir una definición posterior. El paso táctico siguiente era plantear inmediatamente después de la elección la necesidad de que el gobierno convocara en un plazo perentorio a un plebiscito para decidir dichas materias, de lo que dependería su continuación o su alejamiento en el poder.
EDUARDO FREI MONTALVA Y PATRICIO AYLWIN |
Si Salvador Allende se negaba a este requerimiento, como ellos lo esperaban, quedaría automáticamente privado de legitimidad su mandato, y otros podrían asumir, por otros medios, la tarea de ponerle término.
Frei protesta
Todos estos planes, naturalmente, han quedado enteramente fuera de lugar con el resultado, y su no aplicación constituye el más claro testimonio de cómo evalúa realmente el sector más fuerte del PDC los mediocres resultados logrados por ellos. Hemos sabido de una fuente tan digna de crédito, como la que nos proporcionó las anteriores informaciones, que en las horas siguientes al acto electoral Frei recriminó a algunos de sus colaboradores más directos, haciéndoles presente que su opinión había sido siempre que la oposición iba a ganar, pero no estaba en condiciones de arrasar con la Unidad Popular.
A la inversa. junto a la paralogización ocurrida en el freísmo se ha producido en la DC una reactivación de los sectores que defienden el patrimonio ideológico del partido y rechazan un entendimiento permanente con la derecha.
Se sabe que, por su propio temperamento, tanto Leighton como Tomic rechazan las perspectivas del trabajo fraccional. No obstante, es claro que usando los mecanismos regulares y los conductos internos de la Democracia Cristiana harán oír con energía su opinión, y presionarán por conseguir una opinión favorable a sus tesis. Aun cuando no hay concierto ni unanimidad entre ellos, sus planteamientos se pueden presentar globalmente de la siguiente manera: el PDC debe recuperar su independencia política, pues su alianza con la derecha no le otorga ningún dividendo político y lo va colocando de espaldas ante las nuevas realidades del país.
A la inversa. junto a la paralogización ocurrida en el freísmo se ha producido en la DC una reactivación de los sectores que defienden el patrimonio ideológico del partido y rechazan un entendimiento permanente con la derecha.
Los resultados del 4 de marzo son sólo 'aceptables' en lo que se refiere a la Democracia Cristiana (se cuenta con menos votos y con menos parlamentarlos que en 1969. en el peor momento del Gobierno de Frei) Y son desfavorables para el conjunto de la CODE donde la insignificante votación de las fracciones radicales opositoras no era esperada.
El momento político actual es considerado por este sector de la DC como estelar para el gobierno y los partidos que lo apoyan. Sostienen que de nuevo y por un plazo breve se abrirán posibilidades para que la Unidad Popular amplie su base de apoyo y pueda intentar pactos políticos con la propia Democracia Cristiana. En relación con la naturaleza misma de los acuerdos, de donde existen menos coincidencias.
BERNARDO LEIGHTON, AL CENTRO. |
En el curso de la campaña, en un debate con trabajadores de ODEPLAN, escuchamos a Bernardo Leighton hablar de la necesidad de verificar después de marzo "'un consenso mínimo” entre la DC y la Unidad Popular, sobre la base de los planteamientos programáticos formulados por ambas en 1970. Este, a su juicio, no debla sacar al PDC de la oposición llevándolo al gobierno, sino sólo dar lugar a un “plan de acción parlamentaria” para impulsar en conjunto, pero con independencia, aquellas medidas acerca de las cuales existieran criterios comunes. En sus palabras no se trataría "ni de recortar ni de reformar el Programa de la UP", sólo de hacer posible su aplicación en las áreas de convergencia.
Condiciones favorables
Pero junto a la opinión de Leighton ya se perfila otra entre las tendencias no derechistas del PDC. Y ella sostiene que al igual que después de las elecciones presidenciales existen condiciones objetivas favorables para buscar la integración de la Democracia Cristiana a responsabilidades de gobierno. Una buena ayuda para alcanzar esta posibilidad la constituye la presencia de las Fuerzas Armadas en el gabinete de Salvador Allende, lo que entrega una base 'nacional' que puede servir de puente para una colaboración política más amplia. De ser esto posible, se abrirían perspectivas 'históricas', puesto que. conforme al criterio de los que sostienen esta posición sería posible integrar a la base de respaldo de los partidos de la Unidad Popular prácticamente a toda la base de la Democracia Cristiana, con lo cual se conseguiría "una ancha mayoría" para respaldar el proceso de cambios iniciados y asegurar sus indispensables correcciones.
La mayor inquietud de los que impulsan este camino táctico es el factor tiempo. Ellos estiman que esta posibilidad estará abierta "sólo por unas pocas semanas”. Si en ese plazo estrecho no se aprovecha de "hacer algo" luego, las condiciones favorables desaparecerán, y cada fuerza volverá a hacer lo que hacía antes de marzo.
Al revés de lo que ocurre con los partidos de izquierda, que fijan líneas para que el pueblo se ajuste a lo que ellos consideran debe ser el camino estratégico correcto, a la Democracia Cristiana la línea se la fijan la opinión política y las resonancias exteriores. El PDC termina siempre pensando lo que piensa la mayoría de los que están fuera del PDC.
En todo caso, la discusión interna en la Democracia Cristiana será acelerada, puesto que la polémica sobre su línea política culmina en una fecha definida. Esta semana, del 16 al 22 de marzo de 1973, la Directiva Nacional que encabeza Renán FuenteaIba, ha convocado para el mes de abril a una reunión de la Junta Nacional, el máximo organismo permanente del PDC,conformado por unos 500 delegados que representan a las provincias y los departamentos de acción.
Ahí, a mediados de abril, los dos sectores del PDC y sus principales voceros se verán las caras. Y en ese momento se podrá saber si los resultados de marzo servirán o no para hacer variar la posición de la Democracia Cristiana.
A quienes analizan la conducta del PDC desde fuera. no les corresponde hacer pronósticos ni tomar posiciones. Tan sólo describir las tendencias y las figuras que se mueven en el que sigue siendo individualmente el partido político más grande del país. aun cuando se encuentre bastante lejos de los porcentajes que conseguía en las épocas de su mayor poderío.
RADOMIRO TOMIC |
Sin embargo, es conveniente tener en cuenta que el PDC es esencialmente un partido de repercusiones externas. Al revés de lo que ocurre con los partidos de izquierda, que fijan líneas para que el pueblo se ajuste a lo que ellos consideran debe ser el camino estratégico correcto, a la Democracia Cristiana la línea se la fijan la opinión política y las resonancias exteriores. El PDC termina siempre pensando lo que piensa la mayoría de los que están fuera del PDC, y ajustándose a las exigencias de sus clientelas electorales, que reclaman determinadas conductas de los militantes del partido. Esas clientelas. a su vez, forman habitualmente su opinión a través de las campañas que impulsa la derecha y están influidas por los valores de la ideología dominante.
Pero, al mismo tiempo, son sensibles al respaldo que consiga un gobierno y a la consistencia social de la base de apoyo, esencialmente proletaria y campesina con que cuenta la Unidad Popular.
Del juego contradictorio de todos estos factores nos parece que saldrá el pronunciamiento que la Democracia Cristiana adoptará en su reunión de abril.
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